La desratización es el proceso de control y eliminación de roedores como ratas y ratones, que representan un riesgo para la salud y la seguridad. Se realiza mediante trampas, cebos rodenticidas y acciones preventivas como el sellado de accesos y el manejo adecuado de residuos. Su objetivo es mantener los espacios libres de plagas, evitando daños y enfermedades.

La desinsectación es el proceso de control y eliminación de insectos plaga, como cucarachas, moscas, hormigas, pulgas y otros vectores que pueden transmitir enfermedades o contaminar alimentos. Se emplean insecticidas, trampas y medidas preventivas para mantener ambientes seguros, higiénicos y libres de infestaciones.

La sanitización es el proceso de limpieza y desinfección destinado a reducir la presencia de microorganismos patógenos (bacterias, virus y hongos) en superficies, ambientes y objetos. Se utilizan productos químicos aprobados y técnicas adecuadas para garantizar espacios seguros e higiénicos, especialmente en áreas de alto tránsito o manipulación de alimentos.